Cuando se trata de trabajar el SEO de una página web, tan importante es centrarse en conseguir el mejor posicionamiento a través de ciertas acciones como evitar realizar otras que puedan penalizarte o perjudicarte. El problema es que Google no te avisa cuando cometes algún error (eso sería genial) y tienes que ser tú el que te des cuenta y lo soluciones.
Pero primero hagamos una diferenciación. No es lo mismo cometer un error por el que Google te penalice que cometer otro que simplemente te perjudique. Cuando Google te penaliza es porque has hecho algo mal según los algoritmos que marcan las reglas. Pero también puedes cometer otro tipo de errores que no conllevan ninguna penalización pero que sí te pueden perjudicar.
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Por qué es importante evitar los errores SEO
Cuando poseemos una página web lo que queremos es tener el mayor número de visitas y conversiones. Pero para que eso ocurra, los buscadores deben poder encontrarla y, una vez hecho esto, considerar que deben posicionarla bien en los resultados de búsqueda para que los usuarios la vean.
El SEO persigue eso. Y por ese motivo es crucial adoptar la mejor estrategia y cometer los mínimos errores porque, una página que no aparece en los resultados de búsqueda, es invisible para los usuarios.
Principales errores SEO
Te comentamos algunos errores que puedes cometer, tanto de los primeros como de los segundos para que, si los estás cometiendo, les pongas solución.
Contenido duplicado
El contenido duplicado es uno de los errores más comunes. Puede darse de dos maneras diferentes:
- Interno: ocurre cuando distintas URLs de tu propio sitio web contienen mucho texto repetido. A veces es debido a que se describen productos similares o se tienen indexadas páginas de taxonomías, entre otras cosas.
- Externo: se da cuando hay textos copiados o plagiados literalmente de otra web.
Google utiliza el algoritmo Panda para analizar el contenido y éste no valora positivamente las URLs que no aportan nada original. No está muy claro si el contenido duplicado siempre influye negativamente pero sabemos que en ocasiones sí pasa, así que es mejor no arriesgarse.
Si quieres saber si tienes contenido duplicado en tu web puedes usar la herramienta Siteliner y si lo que quieres es comprobar si tienes algún texto plagiado puedes usar Copyscape. Si el resultado de este análisis es positivo lo más recomendable es que modifiques el contenido duplicado interno y que elimines el externo.
Poco contenido
Es poco aconsejable que tus páginas tengan poco contenido (o thin content). Sabemos que el contenido mínimo para posicionar una página en SEO son 300 palabras. Aunque lo principal es ofrecer contenido valioso y único, no hay que olvidar que la cantidad también es importante.
Las páginas con poco contenido y además poco interesante harán que los usuarios las abandonen antes y que los buscadores las consideren irrelevantes y eso no te interesa. Si, a pesar de esto, hay páginas en las que no puedes mejorar o aumentar el contenido (como páginas de contacto o formularios), es mejor desindexarlas.
Falta de etiquetas importantes
El contenido de internet está codificado en lenguaje HTML y, dentro de este lenguaje, existen algunas etiquetas más importantes que otras. Las dos más importantes son:
- Title: esta etiqueta indica el título principal de la URL y cada una debe tener el suyo propio. Además, es imprescindible que contenga la keyword ya que se trata de la etiqueta de más relevancia en SEO.
- H1: esta es la etiqueta de encabezado más importante. En importancia va justo detrás de la de title.
Estas etiquetas ayudan a Google a entender tu contenido y a otorgarle relevancia.
Normalmente los CMS (como WordPress) ya cuentan con unas plantillas que te ayudan a crear esas etiquetas correctamente pero no está de más comprobar que las estás usando bien. Una manera de hacerlo es revisar el código fuente de tus páginas (con el botón derecho del ratón).
- Keyword stuffing
La sobreoptimización de keyword (o keyword stuffing) también es algo que hay que evitar. ¿Qué es keyword stuffing? Pues utilizar la keyword de manera repetitiva y forzada en tus textos pensando que así los posicionarás mejor. Google valora cada vez más los textos escritos de manera orgánica y si detecta una utilización excesiva de la keyword puede interpretar el texto como poco natural y descartarlo. Además, un texto así tampoco es agradable de leer para los usuarios.
Por lo general se considera que una keyword no debería aparecer en más de un 1,5% del texto. Si quieres comprobar si la estás repitiendo en exceso puedes hacerlo con Keyword Density Checker, por ejemplo.
- Keywords incorrectas
Y hablando de keywords, más importante que no repetirlas es usar las correctas. Si no lo haces, todo el trabajo que habrás realizado no te servirá de nada. Es imprescindible hacer un trabajo de keyword research a fondo para encontrar las palabras clave que mejor se adapten a tu contenido.
Los principales errores que se cometen al elegirlas acostumbran a ser los siguientes:
1. Usar la marca como palabra clave: esto hará que los usuarios encuentren tus páginas cuando busquen tu marca en concreto pero no en relación a una necesidad de búsqueda, y eso no es muy rentable.
2. Usar keywords demasiado genéricas: éstas acostumbran a estar muy competidas y es difícil posicionarse bien sobre todo si tienes un negocio modesto. Lo mejor en ese caso es utilizar keywords long-tail (con más palabras pero más concretas) que son menos competidas y pueden atraer a un público más específico.
Como hemos comentado, es necesario hacer un buen keyword research y existen muchas herramientas para hacerlo como Google Keyword Planner de Adwords.
Indexación de URLs
En el caso de la indexación de URLs podemos encontrarno con dos casos distintos pero igual de negativos:
- URLs indexadas por error: hay muchas páginas que no es necesario tener indexadas porque pueden hacer que Google pierda tiempo rastreándolas y eso no es bueno. Nos referimos a páginas sin contenido relevante como pueden ser páginas de aviso legal, con contenido duplicado o ley de cookies, por ejemplo.
- URLs no indexadas por error: es el caso contrario. Podemos encontrarnos con que no hemos indexado páginas realmente importantes y son invisibles para Google. Esto te quitará tráfico orgánico y, lógicamente, no te interesa.
Para saber qué páginas estás indexando y cuáles no, puedes hacerlo escribiendo en Google “site:tu dominio.com” (escribiendo el nombre de tu dominio propio).
Web no adaptada a distintos dispositivos
Hoy en día es imprescindible tener una web responsive, es decir, que se adapte a cualquier dispositivo. No todo el mundo accede a tu contenido desde un ordenador sino que, cada vez más, se usan los móviles y las tablets. Si el contenido no aparece adaptado a los mismos, los usuarios abandonarán tu página pues a nadie le gusta navegar por páginas en las que no se visualiza bien el contenido, las letras son muy pequeñas para ser leídas con facilidad o en las que los botones, por ejemplo, son demasiado pequeños para ser pulsados.
Existen muchas herramientas para poder comprobar cómo se ve tu web en distintos dispositivos. Una que va muy bien es Demonstrating Responsive Design.
Carga lenta
También es un error que tu web tenga un tiempo de carga largo. Se considera que un tiempo óptimo es el inferior a 2 segundos aunque se puede aceptar que tarde hasta 3 segundos. Pero no más.
Algunos de los motivos que pueden hacer que tu página cargue lentamente son la no optimización de imágenes, la presencia de muchos plugins, un hosting lento o unas páginas demasiado grandes. Es necesario arreglar todos estos puntos porque afectan al posicionamiento y, además, contribuyen a una mala experiencia de usuario.
Si quieres medir la velocidad de tu web puedes usar GTMetrix.
No establecer el dominio preferido
Si tienes tu dominio con la versión www y sin la versión www, estarás incurriendo en una duplicidad de contenido de manual y, como hemos comentado antes, esto es muy negativo. Debes establecer uno de los dos como dominio preferido y que el otro se redireccione automáticamente a éste. Normalmente esto te lo solucionará la empresa de hosting que tengas contratada.
No tener https
El https (o protocolo de transferencia de hipertexto seguro) es la versión segura de http. Los usuarios son cada vez más conscientes de qué páginas son seguras y cuáles no y actúan en consecuencia no entrando en las que les parecen “peligrosas”. Los navegadores las muestran de forma cada vez más patente y si, además, en tu web se realizan transacciones comerciales, es más que necesario que incluyas este protocolo.
Si no lo tienes habilitado, habla con tu servidor web aunque muchos hostings ya lo incluyen en sus planes contratados.
No tener sitemaps
El sitemaps es un archivo importante para optimizar tu SEO porque ayuda al rastreo y a la indexación por parte de Google. Le dice cuáles son las URLs relevantes de tu sitio web y que seguro que quieres indexar.
Si quieres saber si tienes sitemaps lo puedes hacer con la herramienta Sitemap Test
No arreglar los 404
Los errores 404 son las URLs de tu sitio que no se encuentran porque se ha borrado la página, se ha cambiado la URL o te han enlazado mal. Esto te puede hacer perder tráfico a páginas relevantes o puede influir negativamente en la eficiencia de rastreo de Google. Además, puede afectar a la experiencia de usuario.
Hacer cloaking
Cloaking es una técnica que busca engañar a los buscadores y a los usuarios mostrando, por ejemplo, un contenido al usuario y otro a los bots de rastreo. Si Google te descubre te penalizará, así que es mejor no hacer estas trampas.
Existen muchos más errores aunque estos son los más comunes. Recuerda que es muy importante trazar un plan SEO a medio-largo plazo si quieres que tu sitio web atraiga mucho tráfico y sea relevante para los usuarios.
En Factoría Creativa somos profesionales SEO y te ayudaremos a posicionar tu negocio. Ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.
